Alguna vez te ha pasado que has
tenido que mentir para ocultar algún secreto muy intimo para evitar ser juzgado
o para lograr alguna meta te ha tocado decir una mentira para poder escalar, o
has tenido que mentirle a tu círculo familiar y de amistades por miedo al
rechazo, pero lo más irónico es que no se hace por malicia solo quieres ser
aceptado. ¿Será malo mentir por una buena causa? Pero llegan momentos en que te
sientes acorralado por las circunstancias y quedas entre la espada y la pared y
no sabes qué hacer si seguir mintiendo o decir la verdad corriendo el riesgo de
ser rechazado.
En esos momentos la desesperación, el miedo y
la incertidumbre hacen que nuestra vida se reduzca a huir de nuestra realidad y
buscar la paz interior, pero que hacer cuando las mentiras se vuelven realidad
y se convierten en mentiras verdaderas, es decir cuando repetimos tanto esa
mentira que parece creíble para lo demás y nosotros también nos la creemos a
tal punto que confundimos la realidad con la ficción. Es ahí cuando nuestra
vida se convierte en una película sin fin y debemos tomar la decisión de decir
la verdad acosta de que todo lo que hayas logrado se derrumbe como un edificio
en demolición, pero hay que hacerlo o tu vida solo se reducirá a mundo de
mentiras y es cuando entonces vas a poner a prueba si las personas que te
rodean que dicen que te quieren y aprecian van a seguir a tu lado después de
saber la verdad o simplemente se alejaran de ti, te juzgaran, te rechazaran o
se sentirán traicionados por las mentiras que les dijiste, corres el riesgo de
quedarte solo y empezar de nuevo tu camino pero esta vez con la verdad por
delante y con dignidad. Porque la verdad debe ser nuestra bandera ante todas
las cosas, así el día de mañana sentiremos una paz interior porque lograste tus
metas sin necesidad de mentir y no correrás el riesgo de que todo se valla de
nuevo al abismo y aquellas personas que te rodean si su cariño es sincero
seguirán a tu lado sin juzgarte y aceptándote tal cual eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario